17 agosto, 2010

DILEMA UNIVERSITARIO: STATUS QUO vs.PROCESO DE CAMBIO



Desde hace varios años se cierne sobre nuestra universidad una suerte de dilema, que está a punto de tener su desenlace. Es decir, la universidad sigue en el estado de anomia institucional, o cae en las fauces del proceso de cambio.



En el apogeo del neoliberalismo en el país, o en la otrora república, la Universidad jugó a ser el referente de la protesta contra las medidas de la época, siendo su principal arma: las movilizaciones. De esta manera, la Universidad sobrevive, pero no muestra ningún signo de recuperación en su rol de forjadora de conocimientos e innovaciones que le permitan ser la institución faro de la sociedad. A cambio, la serie de gobiernos universitarios clientelares se sucedieron esquilmando los magros recursos, que costaron en muchos casos sangre de la juventud estudiosa del país. Llegando incluso a niveles de corrupción dignos de instituciones como la policía y la aduana.


Hoy en los albores del arbitrariamente llamado estado plurinacional, por los detentadores del poder central, los universitarios tenemos el deber de retomar las banderas autonómicas de Córdoba y relanzar la universidad, para que sirva como referente en la construcción de nuestra sociedad. Como vemos, la actual gestión universitaria ha empezado a encarar esta tarea, y la verdad es que estamos ante un proceso nada fácil, dado que como institución tenemos arraigadas taras que debemos vencer: la infalibilidad de los docentes, la feudalización de su estructura, el no- importismo, el electoralismo, la falta de profesionalismo y gestión, el nepotismo, el clientelismo entre otras.


El reto está dado, tenemos que salir del “status quo” en el que nos hemos venido desenvolviendo, y debemos buscar los mecanismos más idóneos para no caer en las garras del eufemísticamente llamado “proceso de cambio”, que busca únicamente destruir las instituciones, que no le hacen coro a su proyecto de poder a la usanza estalinista. En el proceso de cambio, la universidad es un incordio que no deja avanzar en la consecución del poder total, por eso la necesidad de incorporar a la Universidad en la ley de funcionario público. En el proceso de cambio, no hay autonomía, no hay cogobierno, sino pregunten a cubanos y venezolanos, en el proceso de cambio se acatan ordenes, no se delibera. En el proceso de cambio la universidad está al servicio del gobierno que preside los designios del estado.


Entonces hagamos filas para destruir este dilema, y sigamos construyendo el proyecto universitario de calidad y responsabilidad social.





Santa Cruz, 8 de Abril del 2010.



Ing. Iván V. Selaya G. DECANO FACULTAD POLITECNICA

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