17 agosto, 2010

A LOS COLEGAS MORENIANOS

Primeramente expresarles mis más sinceras felicitaciones en esta fecha establecida para reconocer en los docentes, su alto espíritu de entrega y compromiso en la formación de profesionales en nuestra Alma Mater.



Es oportuno también establecer algunos criterios respecto al momento que nos toca vivir, y compartir inquietudes que vamos recogiendo de los colegas y estudiantes, en nuestras diferentes esferas de actuación dentro de la Universidad.


Es hasta ocioso decir que estamos viviendo una época signada por conflictos y desencuentros, donde la incertidumbre se campea y paradigmas aparentemente indestructibles caen tal castillos de naipes. Las nuevas tecnologías de la información, y la comunicación, por otra parte nos han abierto diferentes canales de comunicación, revolucionando también las sociedades.


En particular en nuestro país nos encontramos en un proceso de desestructuración de los diferentes sistemas, político, social, y educativo, donde la Universidad, como entidad forjadora de conocimientos, ha quedado al margen, y está como un espectador más. Sus estamentos solo se manifiestan si son amenazados de alguna manera por el nuevo orden de cosas imperante.


Son ahora actores principales de la política, los deshabitados, de los que hablara Marcelo Quiroga, (en una mínima parte); los llamados movimientos sociales, que reivindican una serie de derechos antes escamoteados por otra, y los articuladores de todo este proceso, hábiles ventrílocuos que van montando los más diversos escenarios para apropiarse de un proceso gestado en las entrañas mismas del pueblo. Mientras intelectuales y políticos seguimos analizando el por qué del fenómeno, y el grueso de la población sigue buscando la mejor forma de seguir adelante, sin saber que les deparará el destino.


Creemos que es el momento de que la Universidad en todos sus estamentos, en base a los esfuerzos ya realizados para sanear nuestra institución financieramente, sea capaz de autocriticarse y empiece generando los espacios de discusión y trabajo para en primer lugar resolver sus crónicos problemas, prevendalismo, clientelismo, electoralismo, mínimo-esfuerzo, no-me-importismo, falta de gestión, falta de pertinencia de nuestra carreras, duplicación de esfuerzos, y otros que hasta lindan con la corrupción.


En este sentido, y en esta fecha tan importante para el estamento docente, es oportuno plantearnos retos y fijarnos metas que hagan de nuestra Universidad, un referente en cuanto a la formación de recursos humanos y generación de conocimiento en nuestra región y el país. Esto lo conseguiremos con trabajo, esfuerzo y compromiso, amalgama que siempre da frutos.


Colegas muchas felicidades en este día, y hagamos votos por un mañana de realizaciones y prosperidad para todos.


Ivan V. Selaya Garvizú, Decano Facultad Politécnica.










Santa Cruz de la Sierra, Junio del 2010.

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